El próximo 25 de mayo, estamos llamades una vez más a las urnas, a participar en el juego democrático, esta vez para que les trepas de turno ocupen sus poltronas en el Parlamento Europeo. Desde esa posición de privilegio, viviendo a cuerpo de rey, continuarán ratificando la política de recortes que la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional), viene “recomendando”. Serán quienes nos impongan nuevas situaciones de miseria y continuarán desmenuzando los derechos que, mediante la lucha, hemos conseguido como clase trabajadora.
En estos años, hemos tenido que soportar cómo se nos imponía una mayor “flexibilidad laboral” por indicaciones de la troika, eufemismo que implica la mayor facilidad de la casta empresarial para mandarnos al paro, precisamente en el momento que más destrucción de empleo hay, como se liberalizaban sectores como la sanidad o la educación, eufemismo nuevamente para hablar de cómo la burguesía se repartía una serie de sectores básicos para incrementar sus intereses económicos y empresariales, destacando en este sentido la entrada en vigor del llamado Plan Bolonia, que supone la supeditación de la universidad a los intereses de las grandes empresas capitalistas y que ha sido aprovechado para crear una mayor elitización en el acceso a los estudios superiores, imponiendo un aumento de tasas que dificulta la entrada en la universidad para quienes menos tenemos y ofreciéndonos como alternativa que acudamos a pedir préstamos a los bancos.
Ante este panorama, por supuesto, no faltan quienes intentan arrastrarnos a participar en este juego, donde lo que se quiere es nuestro consentimiento a todo lo que se decida, haciéndonos creer que votando, que optando por aquellas opciones más “radicales” que dicen que pondrán fin a todos estos ataques contra nuestra clase, conseguiremos volver a la situación de “bienestar” en la que dicen que vivíamos antes de la crisis. La experiencia nos demuestra en demasiadas ocasiones que reduciendo nuestra capacidad de decisión a un mero papel en una urna, dejando la respuesta a nuestros problemas en manos ajenas, lo único que conseguimos es perpetuar nuestra situación de miseria.
Es por ello que, como anarquistas, hemos decidido no participar en este juego democrático, no legitimar a quienes se arrogan el derecho a hacer y deshacer a su antojo. No venimos a pedir, pues, el voto para nadie, tampoco aceptamos propuestas “críticas” de participación como el voto nulo o el voto en blanco, pues nos oponemos frontalmente al delegacionismo que promulga el sistema. Lo que proponemos, por tanto, es la abstención activa ante cualquier decisión que nos venga impuesta. Por supuesto, no creemos que el hecho en sí de no votar sirva para algo si vamos a continuar en el sofá mirando la tele o internet. Nuestra respuesta pasa por la autoorganización como clase, en asambleas, sin líderes ni jerarquías, estableciendo nuestra coordinación a través de pactos libremente asumidos creando una sociedad federalista y libertaria, teniendo el apoyo mutuo y no la competición como base de nuestras relaciones.
¡NI MUNICIPALES, NI GENERALES, NI EUROPEAS!
¡NO VOTES! ¡ORGANÍZATE Y LUCHA!
FEDERACIÓN IBÉRICA DE JUVENTUDES LIBERTARIAS